Un día de septiembre mientras conducía por el Periférico Almada, algo se movió en la carretera, casi atropello esa bola que se movia muy lenta. Más a delante, me quedé pensando - ¿Qué era esa cosa?- detuve el auto y bajé para ir en busca de "eso", a unos treina metros de donde me estacione encontré lo que buscaba y no sabia que era, lo cual resultó ser esto:
La agarré y me di cuenta de que tenía una docena de espinas enterradas. Despues la curamos y le pusimos de nombre: Lola -nuestra primer hija-.
Ahora ella vive en una tina azul, y en sus tiempos libres se dedica a correr por el pasto y a dormir a escondidas al lado de una piedra o de un perro.
*Turtle de bonobo
5 comentarios:
¡¡Ohhh!! que bella es Lola, y que suerte tiene de contar con unos padres como ustedes =D
y para cuando un hermanito?
gracioso encontrarse una tortuga, definitivamente era para ustedes.
Que lindooouus
Pues.. mmm... hermanitos?
Lo dejamos para después!! Mejor un primito no Benru?
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