El camino seguía derecho hasta el sol, y dos conejos corrieron a mi lado.
-¿Porqué existen las sombras?
-Porque los árboles son los dueños únicos, nosotros les compartimos sol y ellos a cambio nos dan sombra.
-¿Y él viento?
-El viento nos enseñó a correr y a cambio de eso, Dios le regaló todos los animales alados.
-Es cierto jamás lo hubiésemos pensado, tenemos corriendo todo el día y todavía no llegamos, por lo pronto solo sé que algún día tendremos que llegar.
1 comentario:
Sssssssssssssssooorale... Le quedó bien chido eso Benito... Rolela.
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