martes, octubre 21, 2008

Una carta de otro color

Te he llorado y tu no sabes por qué, ni cómo, ni cuándo, ni dónde, no sabes nada, me desapareciste con los brasos abiertos. Solo me han dado ganas de llorar por verte en todos lados, demorada, carcomida, luciernaga de cuello largo, se que siempre me estas mirando. Me estoy difuminando con el tiempo y con los viejos árboles y solo quiero tomarte la mano para tener la fuerza que me permita abrir las alas que pronto tendré, sólo cerraría los ojos para guardar tu imagen en mis pupilas.

Creo que solo hay una cosa que me olvida tu nombre, la música de
mis ojos tristes, porque eso soy y seré siendo en la eternidad del silencio en que me tienes. No te quiero otra vez solo necesito saber porqué me llamas y porque atiendo a tu llamada.

Perdona mis colores aburridos por tu cocina destruida, nos pintamos de azul bajo la lluvia y te hice planta y no una flor y no entiendo como de paloma me vine a convertir en cuervo.

Otra vez siento eso que no quiero sentir, el vacío de ese día de luto.
Me salgo de mi para que aparezcas, estamos a la mitad porque en tu boca está el hilo de agua que dio vida a un edén, y fui yo quien te vistió de blanco en un hospital, perdóname.

Se que alguna vez me viste y eso encoge mi caparazón de sombra.


♫ There, there de Radiohead

1 comentario:

Fátima dijo...

Mmh
Como que no sé qué decirte de esto que escribiste, ami no me toco vivir contigo "lo más triste de tu vida".. siento que no debo decir nada, qué no sé nada.





Yo me enamoré de un Beno
en una pantallota ::)..
..aunque me tenga olvidada.


No es cierto ;;)
Solo estoy de dramática.


Pero si,
te extraño, amorrs.