Y de la luz se empezaron a escuchar diálogos escondidos detrás del árbol, la sabia suerte de la noche y su fruto despeinado. Las piedras escucharon sus murmullos:
-La vez en que me dijeron de qué estaban hechas las estrellas, tomé un girasol y lo aventé al río.
-No lo sé, ellas son las únicas que me pagan con la misma moneda, me regalan sombras y cromos.
-¿Y qué pasaría si en vez de sombras te dieran frutos?
-Que tú no tendrías sombra, ni melancolías, ni luna, ni noche, el tiempo dejaría de abrasarte, y el sol besaría tus mejillas de humo.
-Dentro de mi, está mi fiel acompañante; la primera roca que me observó a los ojos.
-Todas las rocas al principio no eran rocas. Síguelas.
Sus cabellos crujientes empezaron a caer, el camino se tornó melón, y las rocas caminaron a mi lado, una saltaba detrás de otra, de otra, de otra… dejé atrás al hombre de cabellos verdes.
-La vez en que me dijeron de qué estaban hechas las estrellas, tomé un girasol y lo aventé al río.
-No lo sé, ellas son las únicas que me pagan con la misma moneda, me regalan sombras y cromos.
-¿Y qué pasaría si en vez de sombras te dieran frutos?
-Que tú no tendrías sombra, ni melancolías, ni luna, ni noche, el tiempo dejaría de abrasarte, y el sol besaría tus mejillas de humo.
-Dentro de mi, está mi fiel acompañante; la primera roca que me observó a los ojos.
-Todas las rocas al principio no eran rocas. Síguelas.
Sus cabellos crujientes empezaron a caer, el camino se tornó melón, y las rocas caminaron a mi lado, una saltaba detrás de otra, de otra, de otra… dejé atrás al hombre de cabellos verdes.
♫ Miniature 8 de Matthew Robert Cooper
No hay comentarios.:
Publicar un comentario