lunes, diciembre 22, 2008

monumento del cuidado

No podré quitarme ese vacío tan alto como las montañas, ni podré acercarme a explicarte el color de esta flor que quiero darte, no quiero comer la manzana, solo disfrutarla, verla, quererla, dejarla en su árbol, besarla y verla crecer y saber que está rodeada de manzanas, quiero mostrarle al mundo que esa manzana es única, que ninguna otra me gusta más que ella, porque me dio todo, y yo quiero devolvérselo y la unica manera o palabra que encuentro para eso es el amor, el amor mas puro, el amor que no tengo hacia otra cosa.
El humo es denso y se me incrusta e impregna en la piel, deseo tomar la manzana pero no puedo, porque no soy de ella, sería feliz con ella, pero la acabaría, la llené con mis lágrimas y aun la sigo alimentando con ellas.
No quiero morderte aunque me muera de ganas de hacerlo, y no puedo explicarlo, es difícil, pero quiero tenerte siempre al menos en una fotografía que me dure en el corazón, quisiera que cada día me mostrara su brillo y su dulzura aunque tu creas que el cuidar el huerto y a la manzana con tanto amor significa que todas las manzanas son lo mismo para mi, eso jamás y si soy perturbante lo soy en tu memoria que está gastada de mi y que nunca quise que tuvieras, y es el pretexto por el cual decidí dejar de ser el jardinero de tu árbol.
Dejé entrar al dolor para quitarte el peso que ahora cargo yo y te amo y lo seguiré haciendo hasta que mi memoria no recuerde y el corazón se vuelva polvo y mi ser se encuentre en una manzana al lado tuyo, hasta que me convierta en un río para alimentarte, hasta que sea el pez que nade en tus caudales, la noche que te hace brillar como a una estrella.

♫ Eres tu de Pardo

1 comentario:

Sonia Ló dijo...

la manazana es en ti